martes, 5 de enero de 2010

A EMILIO. un corazón que sigue latiendo



Fatigado corazón en vida

esperando el último latido,

queriendo escapar a toda costa

del curso del camino recorrido.


Ensayando libertad, proyectos,

esperando romper el último destino,

queriendo retornar a los principios

de este viaje incierto de mil y un caminos.


La batalla de la vida, es un continuo

y su perfil se vislumbra allá en el horizonte,

su fin es recorrer atajos, caminos y senderos

para estremecerse o gozar del frente a frente.


El hombre se aferra a los abismos de la tierra,

y quiere ser feliz, y nunca desgraciado,

felices porque place vivir de esta manera

lo demás también se acaba un día determinado.


Emilio, tu causa aquí entre nosotros

ha sido justa, has sido soñador y has sido amigo,

has sido luchador y amante de los tuyos,

por eso, por tu gesto aquí nos tienes contigo.


Dichoso tu, Emilio, que sabes más que nosotros,

porque ya conoces la historia del infinito,

nosotros nada sabemos, todo es incierto,

todo es inseguridad de lo dicho y de lo escrito.


Ahora tu, Emilio, que vives de otra manera

y nosotros, próximos a morir

vamos a juntar las manos

para hacer más fuerte y más justa esta ilusión de vivir.