Fatigado corazón en vida
esperando el último latido,
queriendo escapar a toda costa
del curso del camino recorrido.
Ensayando libertad, proyectos,
esperando romper el último destino,
queriendo retornar a los principios
de este viaje incierto de mil y un caminos.
La batalla de la vida, es un continuo
y su perfil se vislumbra allá en el horizonte,
su fin es recorrer atajos, caminos y senderos
para estremecerse o gozar del frente a frente.
El hombre se aferra a los abismos de la tierra,
y quiere ser feliz, y nunca desgraciado,
felices porque place vivir de esta manera
lo demás también se acaba un día determinado.
Emilio, tu causa aquí entre nosotros
ha sido justa, has sido soñador y has sido amigo,
has sido luchador y amante de los tuyos,
por eso, por tu gesto aquí nos tienes contigo.
Dichoso tu, Emilio, que sabes más que nosotros,
porque ya conoces la historia del infinito,
nosotros nada sabemos, todo es incierto,
todo es inseguridad de lo dicho y de lo escrito.
Ahora tu, Emilio, que vives de otra manera
y nosotros, próximos a morir
vamos a juntar las manos
para hacer más fuerte y más justa esta ilusión de vivir.